miércoles, 31 de enero de 2018

"Freud y la cultura" / Pautas del taller de lectura





Taller de lectura 2018
Freud y la cultura


El martes 6 de marzo de 18.30 a 20 comienza el taller de lectura “Freud y la cultura”.

Características de organización

El taller tendrá lugar todos los martes de 18.30 a 20.

Comienza en marzo y termina a fines de noviembre o a mediados de diciembre, según lo que el grupo decida.

Se pueden incorporar en cualquier momento nuevas personas, pero recomiendo hacerlo cuando empieza un nuevo módulo.


El trabajo focalizará los escritos freudianos relacionados con  los estudios literarios, la cultura, la sociedad y la antropología cultural. Organizado por módulos, facilitará el ingreso de los nuevos interesados que vayan surgiendo.


A continuación les presento el primer módulo. Los escritos de Freud aparecen nombrados según las dos traducciones canónicas en castellano: la de Ballesteros, la más antigua, y la de Etcheverry.


El tema “traducción de las obras de Freud” es un asunto apasionante que abordaremos en clase, llegado el momento, pues es muy polémico. Es un debate candente y no zanjado que se desarrolla en el seno del mundo psicoanalítico, de la traducción, de los estudios literarios y que convoca a muchos especialistas.


Marzo de 2018


  • El poeta y el sueño diurno (1899)  (Versión Ballesteros) / El creador literario y el fantaseo (Versión Etcheverry)


  • La novela familiar del neurótico (1908) (Versión Ballesteros) / La novela familiar de los neuróticos (Versión Etcheverry)


  • Sueños con temas de cuentos infantiles (1913) (Versión Ballesteros) / Materiales del cuento tradicional en los sueños (Versión Etcheverry)


He aquí el primer módulo. Tengo armados los siguientes, pero el ordenamiento quedará sujeto a la dinámica propia del taller y es por ello que los voy a ir anunciando sobre la marcha.


Para quienes no me conocen, les cuento que en 1985 empecé a estudiar la obra de Freud con Rinty D’Angelo, paralelamente a la carrera de Letras (UBA) y luego proseguí mi formación psicoanalítica en la Escuela Freudiana de la Argentina, de la que fui miembro entre 1988 y 1992, y donde dicté clases acerca de la obra de Freud.


He asistido a cursos y seminarios dictados en la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL), y soy traductora especializada en ciencias sociales y en psicoanálisis. Traduje, entre otros, a Moustapha Safouan, a Juan-David Nasio. Los remito al ítem Mis traducciones de mi blog a fin de tener una idea cabal de mi desempeño en esta área.


Soy lectora permanente de Freud. Lo menciono muy a menudo en mis talleres de lectura literaria, tanto en castellano como en francés, y justamente fue así como surgió la idea de armar este recorrido. Tanto lo nombro, y hasta lo incluyo en los programas de “Borges, los clásicos y los otros”, que me han solicitado este espacio de lectura.


El taller tendrá lugar los martes de 18.30 a 20 en Peña entre Junín y Ayacucho. Es arancelado y el cupo es reducido. A fin de conocer más detalles (costos, dirección exacta, etc.), remito a los interesados a escribirme al correo eldivinodesorden@gmail.com

Los espero.

Libros traducidos del francés




Libros traducidos del francés





Traducción editorial
  1. Poderes de la perversión, Julia Kristeva, Catálogos, Buenos Aires, 1986. (co-traducción con Nicolás Rosa).
  2. Los derechos del niño, antología preparada por la ONU, Punto Sur, Buenos Aires, 1988.
  3. La Tierra sin Mal, Hélène Clastres, Ediciones del Sol, Buenos Aires, 1988.
  4. Pensar lo somático, Sami Alí, Paidós, Buenos Aires, 1991.
  5. Los fuegos de la pasión. Luchino Visconti, L. Schipano, Paidós, Buenos Aires, 1992. (Cotraducción con Leandro Wolfson).
  6. El orden de los libros, Roger Chartier, Gedisa, Buenos Aires, 1992.
  7. Los nombres de la historia. Ensayo de poética del saber, de Jacques Rancière, Nueva Visión, Buenos Aires, 1993.             
  8. La normalidad como síntoma, Ph. Adjej et alii, Kliné, Buenos Aires, 1994.
  9. Individuos bajo influencia, Drogas, alcoholes y medicamentos psicotrópicos, Alain Ehrenberg (comp.), Nueva Visión, Buenos Aires, 1994.             
  10. Pediatría y psicoanálisis, Danielle Brun (comp.), Nueva Visión, Buenos Aires, 1995.             
  11. Del incesto, Françoise Héritier, Boris Cyrulnik y Aldo Naouri, Nueva Visión, Buenos Aires, 1995.
  12. Michel Foucault y sus contemporáneos, Didier Éribon, Nueva Visión, Buenos Aires, 1995.
  13. Lo real y lo sexual, de Freud a Lacan, Claude Conté, Nueva Visión, Buenos Aires, 1996.  
  14. Grandes psicoanalistas. Introducción a las obras de Freud, Ferenczi, Groddeck, Klein, (vol. I), Juan-David Nasio (comp.), Gedisa, Barcelona/Buenos Aires, 1996.                   
  15. Tres figuras de la pasión, Kress-Rosen, Nueva Visión. Buenos Aires, 1996.
  16. Clínica psicoanalítica, Joël Dor, Gedisa, Buenos Aires/Barcelona, 1996.
  17. La actividad en psicoanálisis, Berta Roth, Nueva Visión, Buenos Aires, 1996.
  18. Malestar en psicoanálisis, Moustapha Safouan, Philippe Julien y Christian Hoffman, Nueva Visión, Buenos Aires, 1997.
  19. El libro del amor y del dolor, Juan-David Nasio, Gedisa, Barcelona/Buenos Aires, 1998.
  20. La inseguridad social, Robert Castel, Manantial, 2004.
  21. América Latina 2004-2005, Jean-Michel Blanquer, Norma, Bogotá, 2005.
  22. Las conductas rituales, Jean Maisonneuve, Nueva Visión, Buenos Aires, 2005.
  23. Adorno. Lenguaje y reificación, Gilles Moutot, Nueva Visión, Buenos Aires, 2005.
  24. Lévi-Strauss y el pensamiento salvaje, Frédéric Keck, Nueva Visión, Buenos Aires, 2005.
  25. Lacan. La  ley, el sujeto y el goce, Franck Chaumon, Nueva Visión, Buenos Aires, 2005.
  26. Lógicas del síntoma. Lógica pluridisciplinaria, Paul-Laurent Assoun y Markos Zafiropoulos (comp.), Nueva Visión, Buenos Aires, 2006.
  27. El amor del cuerpo, Francis Hofstein, Nueva Visión Buenos Aires, 2006.
  28. El concepto de ideología, Néstor Capdevila, Nueva Visión, Buenos Aires, 2006.
  29. Lecciones psicoanalíticas sobre masculino y femenino, P.-L. Assoun, Nueva Visión, Buenos Aires, 2006.
  30. Colombia en la tormenta. Crónica de cuatro décadas de política colombiana, Daniel Pécaut, Norma, Bogotá, 2006.
  31. El capitalismo utópico, Pierre Rosanvallon, Nueva Visión, Buenos Aires, 2006.
  32. Trotski y el psicoanálisis, de Jacquy Chemouni, Nueva Visión, Buenos Aires, 2007.
  33. Transmitir la clínica psicoanalítica, Erik Porge, Nueva Visión, Buenos Aires, 2007.
  34. Depresión. La gran neurosis contemporánea, Roland Chemama, Nueva Visión, Buenos Aires, 2007.
  35. Lacan y Kierkegaard , Rodolphe Adam, Nueva Visión, Buenos Aires,  2007.
  36. La histérica y el obsesivo. La pareja “ideal”, Nicole Cerf-Hofstein, Nueva Visión, Buenos Aires, 2007.
  37. La verdad, Michel Plon, Henri Rey-Flaud (dir.), Nueva Visión, Buenos Aires, 2007.
  38. Fin del dogma paterno, Michel Tort, Paidós, 2008.
  39. Dios, el sexo y la verdad, François Balmès, Nueva Visión, Buenos Aires, 2008.
  40. La justicia, bajo la dirección de Patrick Wotling, Nueva Visión, Buenos Aires 2008.
  41. Hablemos del duelo, Ginette Raimbault, Nueva Visión, Buenos Aires, 2008.
  42. La resistencia de lo sensible. Merleau-Ponty. Crítica de la transparencia, Emmanuel Alloa, Nueva Visión, Buenos Aires, 2008.
  43. "Cenicienta", de Charles Perrault (inédito). 
  44. Canguilhem, Dominique Lecourt, Nueva Visión, Buenos Aires, 2009.
  45. ¿Se puede aplicar la literatura al psicoanálisis?, Pierre Bayard, Paidós, Buenos Aires, 2009.
  46. ¿Cómo actuar con un adolescente difícil? Consejos para padres y profesionales, Juan-David Nasio, Paidós, 2011.
  47. En la escuela de las competencias. De la educación a la fábrica del alumno competente, Angélique del Rey, Paidós, 2012.
  48. América Latina y la Gran Guerra, Olivier Compagnon, Planeta, Buenos Aires, 2014.





El sonido sh en español

14/12/2017
Fernando A. Navarro

Aunque teóricamente no existe en el español peninsular, todos conocemos 
bien este sonido consonante que encontramos en palabras como 
English, flash y show. Y digo bien en el español peninsular, 
porque en el Río de la Plata, por ejemplo, los hablantes sí lo 
utilizan a menudo en palabras como ayer y yo, que allá 
pronuncian con un característico rehilamiento muy marcado que 
las hace sonar algo así como asher y sho.
En cualquier caso, es un sonido que pronunciamos fácilmente, 
aun sin haber estudiado inglés, porque entre nosotros es de uso 
común cuando alguien quiere hacer callar a unos niños revoltosos 
o pedir a otro que guarde silencio (en una biblioteca, por ejemplo, o un hospital). 

En casos así, nos llevamos el dedo índice a los labios y decimos: ¡shhh! 
Conocemos el sonido, sí, y lo usamos onomatopéyicamente, 
pero nuestra ortografía no tiene forma reconocida de representarlo 
por escrito en español.
Todo lo contrario de lo que ocurre en inglés, donde tengo contabilizadas 
nada menos que ¡once formas distintas de escribirlo!
La más frecuente y conocida es el dígrafo sh; dentro del vocabulario 
médico, por ejemplo, enCushing, rash y shock.
En vocablos que el inglés tomó del francés, suele representarse con el 
dígrafo ch: chancre, Charcot, tache.
El trígrafo sch se lee con ese mismo sonido en vocablos tomados del 
alemán (escherichia, Luschka, schwannoma) y algún otro caso aislado, 
como schedule.
Puede ser una sola letra, c, en voces como Crustacea, furfuraceous, rosacea 
sebaceous.
También una letra, s inicial, en palabras como Sean, sugar y sure.
Dígrafo ss, en voces como cissure, depression y tissue.
Dígrafo sc, en voces como crescendo, consciousness y fascia.
Dígrafo si, en vocablos tan médicos como hypertension, infusion y vision.
Dígrafo ti, en otros igualmente tan médicos como dementia, infection, patient 
suction.
Dígrafo ci, en voces como facial, insufficiency y superficial.
Y por último, también el dígrafo xi, que solo he oído pronunciar con este 
sonido en el adjetivoanxious y su adverbio derivado anxiously.


Tomado de www.elcastellano.org

martes, 30 de enero de 2018

Borges, los clásicos y los otros / Taller de lectura










"Borges, los clásicos y los otros" es el taller que coordino desde hace veinte años. Físicamente ha estado en distintos lugares, y desde 2013 nuestra sede es el Instituto de Enseñanza Superior "Dra. Alicia Moreau de Justo", Córdoba 2016, entre Junín y Ayacucho.  Funciona los miércoles de 18.30 a 20, comienza en abril/mayo (esto no depende de mí sino de cuestiones institucionales) y termina a fines de noviembre. Hay un receso invernal. 

El seminario está diseñado para que los participantes se incorporen cuando lo deseen. El único requisito es tener ganas de leer a Borges y abrirse a otros escritores, de tiempos y lugares diversos. Es abierto a la comunidad y gratuito. Nuestra columna vertebral es Borges, pero como nuestro autor es un inigualable disparador del deseo de leer a otros escritores, vamos de él a los clásicos y a otros autores. De allí el nombre de nuestro taller. 

Hemos recorrido a Dante, a Cervantes, a Shakespeare, Melville, Kafka, Platón... y muchos más. En cuanto a los "otros", leímos a Glattauer, a Gallone, a Pazskowski...

Hay otra posibilidad: el mismo esquema en forma privada en zona Barrio Norte, en Peña entre Junín y Ayacucho. Funciona los jueves de 18.30 a 20. Toda información al respecto será brindada si me escriben a eldivinodesorden@gmail.com 

Esta posibilidad es más restringida por la cantidad de alumnos y es arancelada.

Los invito entonces a acercarse a cualquiera de estas opciones en 2018.

sábado, 27 de enero de 2018

L'Expressio

Bonjour,

Je voudrais partager avec mes amis francophones quelques entrées du site Expressio.

Vous trouverez ci-dessous le site: je vous invite à le visiter.

L'Expressio
expressio.fr 

[ EXPRESSION ]
« Mettre à sac  »

[ SIGNIFICATION ]
Dévaster, piller complètement.

[ ORIGINE ]
L' étymologie indiquée pour notre 'sac' n'est généralement pas la même que celle du 'sac', ce contenant dans lequel on peut caser diverses choses comme du sable, du courrier, du charbon ou des pommes de terre, par exemple.
Et pourtant, il y a bien un lien, même s'il est lointain.

En effet, en remontant au moyen allemand avant le XIVe siècle, on trouve le mot 'sakman', littérallemand "l'homme au sac", qui désigne un brigand ou un pillard, donc un homme qui met et emporte son butin dans un sac (ça y est, le lien est établi !).
Récupéré par l'italien, il devient...

Plus d'explications sur l'origine de cette expression sont disponibles sur notre site

[ EXEMPLE ]
Pour lire (peut-être) un exemple d'utilisation de l'expression du jour, voyez la rubrique 'Exemple' à cette page.

[ COMPLEMENTS ]
[ Pas d'information complémentaire ]

[ MOTS-CLES ]
METTRE, SAC

miércoles, 24 de enero de 2018

Acerca de la relación de Borges y Dios






Acerca de la relación de Borges y Dios







Amigos: algunos (cuando aún estaba en Facebook) me han hecho comentarios elogiosos y empáticos acerca de la afirmación de que para Borges Dios es un personaje de la literatura fantástica. Otros, en cambio, manifestaron ciertos reparos o discrepancias, argumentando que en Borges cabe leer un aspecto religioso.




Ante todo, quiero citar las palabras en las que me basé: “En efecto, ¿qué son los prodigios de Wells o de Edgar Allan Poe -una flor que nos llega del porvenir, un muerto sometido a la hipnosis- confrontados con la invención de Dios, con la teoría laboriosa de un ser que de algún modo es tres y que solitariamente perdura fuera del tiempo? (Leslie D. Weatherhead, After death, Discusión).




Cuando nos referimos a la relación de Borges con Dios, lo primero que se impone es la discriminación entre Borges autor (es decir la persona, el señor Borges y sus circunstancias) y Borges sujeto textual, o más sencillamente, Borges escritor.




El autor siempre se declaró agnóstico, es decir, que no se pronuncia. A-gnosis, es decir no conocimiento, aplicado a la divinidad, significa que el sujeto no sabe, no se pronuncia, y en ese no pronunciarse se alberga una duda. Muchos confunden agnosticismo con ateísmo, pero bien sabemos que no son lo mismo. Y Borges jamás se reclamó ateo.




Por ende, en el autor cabe ubicar una duda respecto de la existencia de Dios y de su creencia en lo absoluto.




Por el lado del sujeto textual, en su escritura se dejan leer variadas posiciones que corresponden a la "discordia íntima de su suerte", como él afirma, es decir a un sujeto textual contradictorio, en pugna permanente consigo mismo.




Veamos el aspecto lúdico-fantástico. Por ejemplo, en “Tres versiones de Judas”, Borges pone en escena a un teólogo ficticio, Runeberg, quien postuló que Jesucristo es Judas: Jesucristo decidió rebajarse a la traición y al abuso de confianza, fue también Judas y decidió caer en la mayor bajeza, lo cual era absolutamente necesario, a los ojos de Runeberg, para la “economía de la redención”. O sea que Borges está inventando una ficción, está jugando con problemas de índole teológica, como lo hace también en “La secta del Fénix” o en “Los teólogos”. Esto condice con su afirmaciòn acerca de la teología como una rama de la literatura fantástica.




En el video posteado sobre Borges y Dios, yo sostengo que a Borges le hubiera gustado tener una experiencia mística, que no tuvo, y que la construcción del Aleph como artificio ficcional y de la serie de los artificios congéneres (el zahir, la escritura del Dios, la palabra islandesa undr, la memoria de Funes, la biblioteca de Babel y otros más) son un intento de restituir, en la ficción, una divinidad absoluta que para él no existe y que por ende deja al sujeto en un total desamparo.

Podemos leer en Borges una nostalgia de lo que no tuvo, y por ello mismo el propio Borges, en su Aleph, se pone a sí mismo en serie con el profeta Ezequiel, con Alanus de Insulis y con Attar el persa, poeta místico. Su propia inclusión en un conjunto de místicos ya puede y debe ser leída, a mi juicio, como una voluntad de pertenecer a ese conjunto, como un deseo irrealizado, salvo en el terreno de la ficción.

Por otra parte, es cierto que en muchos escritos, como por ejemplo el poema en prosa “El palacio” incluido en El oro de los tigres, se lee con claridad una verdadera creencia en lo absoluto. Lo mismo puede afirmarse respecto del poema “Ajedrez”, o de “El Gólem”, para dar un par de ejemplos de los tantos que hay.

Esta duda a la que me referí más arriba, este pendular entre existe Dios y no existe Dios, propicia lecturas diversas originadas en las contradicciones internas del sujeto Borges. Diversas, además, por distintos motivos: algunos lectores ven en Borges a un creyente inconfesado, otros a un agnóstico, otros, a un ateo... Muchas veces, los lectores o los críticos, que son lectores profesionales, proyectan su propia relación o no relación con Dios, de modo que suele suceder que los creyentes tienden a ver a un Borges creyente, los ateos un ateo y los agnósticos un agnóstico. No es fácil obturar toda identificación con el sujeto textual, como tampoco con el autor.

Yo sostengo que para Borges, como él lo declara en Discusión ("Leslie Weatherhaed, After death"), Dios es un personaje de la literatura fantástica. Esta aseveración es totalmente cierta, pero parcial, si recordamos su permanente contradicción consigo mismo. Incompleta, porque en su propia duda hay una nostalgia o apetito de la creencia en Dios o en un ser absoluto y trascendente.

Detengámonos en este punto a fin de discriminar la religión del campo de la espiritualidad. Espiritualidad y religión no son lo mismo en la medida en que la religión es una realidad humana muy compleja, que parte de lo espiritual, pero que está atravesada por lo institucional, lo político, lo social, el poder, etc. Mientras que la espiritualidad, en cambio, es esa dimensión humana que tiende a y anhela un contacto con lo trascendental y absoluto, más allá de los dogmas, de las iglesias, de los ministros de Dios. Por eso mismo, tal vez, cuando Borges se declara agnóstico, conjeturo, a partir de su conocido anarquismo spenceriano, tal vez le disgustaba el alineamiento en una religión "regimentada", y acaso su espiritualidad, su sensibilidad frente a la existencia de un ser superior, una potencia superior o una instancia trascendente, se vio empañada, sigo conjeturando, por la mediación de la religión.

La espiritualidad borgeana es muy spinoziana, como me hizo ver una gran amiga mía, que me escribió un interesante mail al respecto. Afirma mi amiga que “es imposible no creer en Dios cuando nos enfrentamos al misterio de la existencia. Por eso coincido con el gran Baruj: deus sive natura. Naturaleza como pura fuerza inmanente”. Y no es descaminado conjeturar que es así como Borges se relacionaba con lo trascendente; como dice Spinoza, todo es Dios y todo está en Dios: el panteísmo. Por otro lado, para mí, en la teología, Borges realmente encuentra fantasía y narratividad.

En todo caso, dejando de lado la distinción entre espiritualidad y religión, a mi modo no me olvidé de esta última cuando hablo de la nostalgia y por consiguiente de la tristeza de no haber tenido la felicidad de un Ezequiel o de un Alanus de Insulis o incluso de un Tzinacán, el sacerdote que descifra finalmente la escritura del dios, de un dios precolombino, y que habría podido ser libre, feliz y poderoso pero renunció a todo. Tzinacán no quiso pronunciar la sentencia sagrada porque el contacto con Dios fue lo máximo que le podía suceder.

Recapitulando, en Borges está la idea o la convicción de la teología como literatura fantástica, lo cual no impide que albergue en su fuero interno la duda entre la creencia y la no creencia, el cuestionamiento de la religión establecida, la espiritualidad y la restitución, a través de la estrategia ficcional, de la experiencia mística.

Video: Homenaje a Borges en el 30 aniversario de su muerte Auditorio Congreso



Homenaje a Borges en la Cámara de Diputados de la Nación
7-11-2016













Video Galería Borges. Producción: Eleonora Arroyo




Galería de objetos representativos del universo borgeano. Producción: Eleonora Arroyo.

https://drive.google.com/file/d/0B5bXX9okO5wtWTZSYWppZGlaMl80SkJrZkx6Z2lRZUVKdzk0/view?usp=sharing

Sorteo de Borges esencial (RAE) y El divino desorden el 11-12-2107






Aunque consciente de que es un poco tarde, les paso el link correspondiente al programa Pura Vida, conducido por Karina Mazzoco, que salió al aire por Canal 7 el lunes 11 de diciembre de 2017. En aquel momento, yo tenía una página Facebook que me fue bloqueada y lamentablemente no pude entrar nunca más... Misterios de la web... 

Pero lo que me interesa es que mis lectores vean esta hermosa promoción que hizo Miriam Molero, a quien aprovecho para agradecerle públicamente su generosidad. Y que nos cuente quién fue el ganador de Borges esencial junto con El divino desorden. Para mí fue un gran orgullo.



Programa Pura Vida
Horario 9 a 11 en la TV Pública con conducción de Karina Mazzoco.
Periodista literaria Miriam Morlero. 

Entrevista con Héctor Heredia en radio Conexión abierta. 12-11-2017





Hola, amigos. Les paso el link Youtube del programa "Una vuelta al mundo", conducido por Héctor Heredia, realizado el 12 de noviembre de 2017 en Radio Conexión Abierta, Gracias Héctor, por la invitación.

- Programa: Una vuelta al mundo - Conducción: Héctor Heredia - Día y horario: Domingos 13hs. - Web: www.conexionabierta.com.ar Conexión Abierta | Tu medio di...
YOUTUBE.COM




Acerca de Bartleby el escribiente (1853)


Herman Melville (1819-1891)
Bartleby no es un personaje “realista”. Es una metáfora, un símbolo de lo absurdo, del hastío de la vida. Encarna la suprema retracción y el supremo retiro. Manifiesta, cuando no tiene más remedio que hablar, que “preferiría no hacerlo” (I would prefer not to do it). En su discurso, aparece reiteradamente la palabra “preferir”, lo cual tiene consecuencias: Bartleby prefiere, y por ende elige: elige activamente no hacer. En su inmensa pasividad, hay algo ligado a la actividad. Llega a ejercer una acción, que es la acción de la resistencia. Se resiste a la vida. A seguir viviendo y respirando: es una resistencia ontológica.

Su discursividad, desde el principio hasta el final, se expande levemente. En los últimos tramos, pronuncia más palabras, pero siempre parco. Su discursividad es puramente referencial, despojada de toda expresividad. Es un ser penitenciario, que busca el encierro y la retracción. Es un ser kafkiano avant la lettre; como dice Borges, Melville es un precursor de Kafka.
A pesar de simbolizar la resistencia a la vida y a la vitalidad. Bartleby resulta inolvidable y hasta entrañable como Don Quijote o como Emma Bovary. Su presencia es potente: estatua de mármol-carne, maciza, impenetrable. Antihéroe sin avatares, sin proezas ni peripecias, representa el conflicto pulsional vida-muerte de manera insuperable.

Ana Frank y Pierre Menard, autor del Quijote







Ana Frank y Pierre Menard, autor del Quijote


El Diario de Ana Frank, escrito entre 1942 y 1944 y publicado por su padre en 1947, es uno de los textos más leídos en el mundo entero, junto con la Biblia y el Quijote. Según las diversas fuentes, habría sido traducido a sesenta o setenta idiomas, y figura en los programas de los estudios secundarios de casi todos los países europeos.


Resulta impactante por lo bien escrito, por la madurez y la profundidad de pensamiento de una niña de sólo trece años cuando comienza (y termina, lamentablemente, a los 15). No es vano conjeturar, como diría Borges, que hubiera sido una gran escritora. Es más: lo fue.


Su Diario es el relato pormenorizado de la convivencia de dos familias judías y un amigo (ocho en total) escondidas en un espacio muy reducido, al que Ana denominó “el anexo”. Es un testimonio histórico de la barbarie nazi, del encierro y del terror, de la dificultad de la convivencia, de cierta mezquindad infaltable (el dentista), también de mucha generosidad (el padre), de las espinosas relaciones entre madre e hija mujer, del amor incipiente en una adolescente, de la eclosión de la sexualidad, de la mirada crítica del mundo.


También es un precioso documento periodístico (Ana había decidido ser periodista y escritora) del minuto a minuto de Holanda ocupada, con los bombardeos, las escuchas clandestinas de las radios, la escasez de alimentos, de ropa, de elementos de primera necesidad. Testimonia, asimismo, la fulgurante belleza de la solidaridad de los protectores.


Es imposible leer el Diario ignorando lo que le sucedió después. Dicho conocimiento es un componente propio de la lectura, y aquí quiero detenerme. Hay tantas novelas autobiográficas, diarios, correspondencia de escritores, que se leen antes o después de conocer sus obras. Pero el marco de lectura del Diario de Ana Frank, precisamente, es su violento e inesperado final. Inesperado, sí, porque Ana no deja de planear su futuro todo el tiempo, creyéndose al abrigo de las garras asesinas. Este dato fundamental, su muerte en un campo de exterminio,  resignifica sus palabras de un modo absoluto.


Pensemos en “Pierre Menard, autor del Quijote”. Si hacemos el ejercicio de suponer que la vida de Ana Frank no fue aplastada brutalmente a los quince años, la lectura cambia.  Es lo que Borges quiso decir: en otro contexto, las mismas palabras serían el testimonio de un episodio doloroso vivido por la escritora que habría sido.


El ejercicio propuesto por Borges en su cuento-ensayo “Pierre Menard, autor del Quijote” es, además de la exposición de una teoría de la lectura y de la recepción, una humorada. Que un escritor del siglo XX se proponga ser Miguel de Cervantes Saavedra, que hable el castellano del siglo XVII, etc., es tan desopilante como fantástico e increíble.


Dejemos de lado la dimensión humorística del texto borgeano, para focalizar las condiciones del marco de lectura. Supongamos, entonces, no ya un planteo fantástico humorístico de un pedante ridículo francés que quiere ser Cervantes: supongamos un avatar posible: que las dos familias no fueran delatadas. Supongamos, por consiguiente, que Ana se salvó. Sigamos suponiendo que llega a ser la periodista y escritora que proyectaba ser. Y si las dos familias se salvaron, seguimos suponiendo con bastante fundamento, que Ana se convierte en periodista y escritora (o sigue siéndolo, puesto que en su Diario lo fue).


En sus líneas se observa a una joven impetuosa, inteligente, atrevida, muy independiente de pensamiento. No dudo en afirmar que habría llegado a ser una gran escritora, o como mínimo una buena escritora,  pues prometía. Tanto es así que, cuando se la llevaron, no sólo se encontró su Diario sino también doce cuentos y una novela inconclusa.


Qué distinto valor tendrían sus sueños si realmente Ana hubiera cumplido con sus otros proyectos (digo “otros” proyectos, pues es una escritora, como lo confirma el impacto mundial de su Diario). Si Ana Frank no hubiera sucumbido y si hubiera llevado adelante la carrera planificada, entonces el Diario hubiera sido un material valioso para iluminar la vida y obra de una escritora (hoy, si viviera, tendría 88 años) que vivió, de joven,  dos años en la clandestinidad. Se leería de un modo totalmente distinto, y sobre todo con otra emoción. Se leería con indignación y pesadumbre, pero sobre todo con alegría, con la alegría propia de la salvación. Prescindamos también del hecho de que Ana planificaba escribir una novela llamada El anexo basándose en su Diario cuando Holanda fuera liberada de los nazis.


Pero la emoción preponderante que acompaña al lector del Diario es dolor, aunque también admiración y ternura. A cada paso, con cada hallazgo, uno no puede dejar de lamentar su muerte y de maldecir a sus delatores.


El condicionamiento de esta lectura por el marco situacional único en el que se inscribe en las letras universales es un ejemplo magnífico de la teoría de la recepción postulada por Borges en su Pierre Menard. Vale la pena hacer el ejercicio.

Sobre "El ave Fénix"
















Sobre el cuento "El ave fénix"





Ficción ensayística, el cuento “La secta del Fénix” expone la existencia de una secta que, como corresponde al mundo esotérico, guarda celosamente un Secreto sagrado. Recién al final del no relato (pues las expectativas de leer un cuento resultan defraudadas) el lector se entera de que se trata de la relación sexual y de la consiguiente reproducción.


Resulta llamativo que el ave Fénix, pájaro mitológico cuya eterna reproducción no es sexual pues renace de sus cenizas cada quinientos años, nombre precisamente a una “secta” cuya reproducción sí lo es. Secta que, por añadidura, es toda la humanidad. 





En este simulacro de ensayo dos cuestiones surgen como una epifanía: la naturaleza del Secreto y el horror del investigador ante el acto sexual. “...el Secreto (...) llega tremendamente a todos los fieles”. ¿Cómo no recordar lo que dijo el propio Borges, enmascarado en la figura de Bioy Casares: “los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres”?






Sobre el cuento "La espera", El Aleph, 1949


En el cuento “La espera” (incluido en El Aleph en 1952, tres años después
de su publicación), un innominado personaje del mundo del hampa,
que para ocultarse  adopta  el nombre de su enemigo, se esconde en una
pensión a la espera de poder permanecer con vida o de sucumbir
en manos de su enemigo. La llegada de éste, del verdadero Alejandro Villari,
al final del relato, aporta cierto alivio al fugitivo, que es el alivio
“propio de estar en el día siguiente” como dice Borges cuando
se refiere a  Emma Zunz. Resulta difícil no pensar en “El milagro secreto”,
cuyo protagonista, el escritor checo Jaromir Hladik, que se sabe
inapelablemente condenado a muerte, le  pide a Dios
que le conceda un año para terminar su obra de teatro inconclusa.
En “La espera”, el falso Villari sucumbe aliviado, y en
“El milagro secreto”, Hladik sucumbe justificado por haber podido
dar fin a la obra de teatro. Ambos reciben un disparo,
un disparo larga y dolorosamente esperado.

Lo que hay en común en ambos relatos
es la espera penosa de lo inminente, de lo amenazante.
En la espera hay esperanza, remota, pero la hay.
No es imposible que el falso Villari pueda escapar a su destino.
No así en el cuento de Ficciones, donde en el tiempo que
fantásticamente Dios le concede al poeta, que dura unos breves minutos
que para él son un año, ejecuta su deber. En ambos relatos Borges
reflexiona sobre el tiempo, la cuestión filosófica que más le interesó.
La espera es una posición subjetiva, positiva en la promesa

y negativa en la amenaza.

En estos dos cuentos, se trata de esta última, experimentada por
personajes completamente distintos: un escritor judío
condenado por los nazis y un maleante que es perseguido
por otro hombre del hampa, a fin de saldar alguna deuda cuya naturaleza
nunca se sabrá.

Posteado el 24-1-2018

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